Esto no sucedió hasta mediados de la década de los 80. Fueron un grupo de franceses los encargados de ver el gran potencial que tenía el Noguera situado en el Pirineo Leridano, considerado actualmente como uno de los mejores destinos de Europa para la práctica del Rafting.
Más tarde se crearían las primeras empresas de españolas en
el pueblo de Sort.
Actualmente el Rafting se ha popularizado tanto que se ha
extendido por todos los ríos de España que permitan realizar esta actividad con
las condiciones mínimas de emoción y seguridad.